La radio como una forma de vivir

por: Daniela De Con

Tal vez para algunos definitivamente su camino a seguir sea la radio, mientras que para otros aún no lo han definido. Sin embargo, como estudiante de comunicación recurro a mi carpeta electrónica de apuntes de tercer semestre y me encuentro con la valiosísima información de la clase de Historia de los medios II de la profesora Paola Flores. Y, digo valiosísima porque aquellas clases más que tratarse de fechas y nombres (como se enseñaba la historia en la secundaria) son anécdotas que aluden al impacto social. Por supuesto que se daban fechas y nombres, pero siempre venían acompañados de la relevancia en la sociedad de aquella persona y además, de datos imposibles de encontrar en fuentes de rápido alcance como la Web.

En más de una ocasión he llevado clase con la profesora Flores con licenciatura en comunicación en la Universidad Iberoamericana y una maestría en Tecnologías y Comunicación; con apenas unos treinta y…no importa su edad exacta, en realidad ¡Se ve muy joven! Cuenta con muchísima información que cuando la escuchas hablar no se desacredita.

Es de ella quien aprendí que la radio fue el primer medio masivo de comunicación. Con él se inician los estudios de recepción y es justo el punto de partida de mis entrevistas.

¿Cómo surge la radio? sus antecedentes fueron el teléfono y el telégrafo quienes permitieron al hombre comunicarse a distancia. Sin embargo, el gran acontecimiento de la radio surge en 1912 con el hundimiento del Titanic. En aquél mes de abril se llevó a cabo la primera transmisión de esa magnitud en tiempo real por medio de David Sarnoff (empresario y pionero de la radio comercial y de la televisión) y el telegrafista del barco. El bielorruso era un hombre de negocios y muy visionario, pues de él surge la idea de la “Radio Music Box” es decir, de vender un aparato portátil como más tarde fue el walkman, entre otros.

David Sarnoff

Más tarde al término de la primera Guerra Mundial en 1912 se forma la RCA (Radio Corp. of America) quien tenía la capital del estado y en inversión privada a la Western Union. Pero la gran importancia de la relación audiencia-radio es que el desarrollo de éste se dio gracias a los radioaficionados. Surgen los famosos HAMS, se trata de unos estudiantes de Harvard que imponen en la comunicación, para ellos cualquier persona podía construir su radio. Son ellos quienes diseñan los contenidos y crean el lenguaje radiofónico, es decir, toda la gente común y corriente es la que desarrolló técnicamente a la radio y sus contenidos durante la primer guerra mundial a pesar del control del gobierno.

¿Y la radio en México? comercialmente todo comenzó con Raúl Azcárraga, tío abuelo del actual presidente de Televisa, quien tenía una tienda donde se vendían receptores de radio. Gracias a ello ideó un negocio: fundar una estación entre los Azcárraga y el Universal. Incluso el señor Raúl mandó hacer un refresco que se llamaba “Radio”, de esta forma se decía que la gente tomaba y escuchaba “Radio”.

La señora Martha Ledesma, quien nació en la ciudad de Guanajuato en 1931 cuenta como recuerda que para sus padres la entrada a los programas era gratuita o cambiabas por cajetillas de cigarros. En 1930 la estación WEB alcanzó su mejor momento. De esta forma Martha creció a la par que la radio, prácticamente la escuchaba en compañía de sus hermanas todo el día porque era su mayor entretenimiento. Pasó desde escuchar al famosísimo Cri Crí hasta su propia debutación como cantante con la composición “La feria de las flores” en compañía de Juan S. Garrido en el piano en el concurso llamado “El calcetín eterno”.

Sra. Martha Ledesma

No sólo fue una participante en la radio sino que era una completa aficionada de la radionovela “Anita de Montemar”. También había radionovelas de terror como el ya conocido “Monje loco” o bien, con Arturo de Córdoba “Usted dispare Margot”, un programa de aventuras policíacas. «¡Gila era espectacular! se trataba de un cómico español chistosisímo». En una plática  la señora Marianela Hernández y la señora Martha recuerdan al cubano Tres patines con su programa “La gran corte”.

En cuanto a las prácticas culturales ambas señoras concuerdan en que la familia y amigos se reunía para escuchar la radio. Incluso en semana santa los padres prohibían este entretenimiento en respeto a las festividades religiosas.

 

Al final, ambas comparten que con la llegada de la televisión la audiencia de la radio se redujo. “Hoy en día cada una de mis hijas tiene un televisor en su cuarto, me gustaba más reunirme con mis hermanos a escuchar la radio”, cuenta la señora Hernández.

“Me fascinaba dormirme con los programas de terror, pues ahora con el cine y la televisión ya te inducen una imagen específica, mientras que con la radio podías imaginar lo que quisieses”. Al final terminaba tan asustada que ya ni se podía dormir, pero ella disfrutaba esto todas las noches.