Ruedas en el aire de la ciudad

Por Daliri Oropeza

La ciudad ofrece lugares para la práctica de deportes en ruedas: barandales, banquetas rotas, escaleras, desniveles que una metrópoli mal planeada consagra en sus rincones, ínfimos recovecos que de la nada tornan sus dimensiones en parques profesionales que resurgen por debajo de puentes.

Emiliano tiene 12 años de experiencia, uno a uno dedicados cien por ciento al patinaje. A sus 22 años encontró un Parque Skate debajo de un puente del circuito interior, justo esquina con San Cosme. La construcción de éste ha marcado su vida pues ahora está patrocinado por Dragon Skateboards.

Uno más, de los sonidos de la ciudad

No existe el silencio, menos al estar tan cerca de autos que a su vez, enojados por algún maje metido, ya han tocado 10 veces seguidas el claxon. En barahúnda se convierte al momento de la fricción que causan las llantas con el pavimento y el rose del cemento con más de 100 ruedas, que al instante giraban, despegaban y aterrizaban. Patinetas, patines y bicicletas todas en un mismo lugar, el Parque Skate.

“El Parque no tiene más de un año y medio” afirmó Emiliano quien comenzó su camino en la calle, “no existen lugares como éstos” y con una mueca habló: “a veces podemos afectar el patrimonio de la nación o a veces el espacio privado, pero nunca es con malas intenciones” remarcando que gracias a este parque ha podido salir de problemas, entregándose más a su razón de vida. A pesar de ello es el único parque dedicado únicamente al patinaje en el Distrito Federal.

La construcción del a voces nombrado: Parque Skate comenzó en Noviembre del 2007, a partir de una remodelación que el Gobierno del Distrito Federal dio al circuito interior y 22 espacios públicos que lo rodean. El nombre real es parque Virginia Fábregas, el cuál antes de su remodelación era sólo tierra debajo del puente. “Primero se hace la forma con la tierra, luego se le ponen unas rejas de varilla a esa tierra ya formada, al final el cemento” comentó Emiliano, después de señalar que el proyecto llevaba varios años pendiente y que fue hasta el 2008 que se terminó. Esto se pudo gracias a la inversión de 3 millones de pesos por parte del GDF mencionó Johana Robles, en su nota del periódico El Universal, el 17 de  noviembre del 2007.

Sudor y un poco de humo, si se sube por las escaleras del lado izquierdo parece que un vagabundo ha estrechado la mano después de olfatear; además de que no todo el humo provenía de los autos, cigarrillos verdes circulaban de mano en mano. Existe un orden que va más allá de las palabras, depende totalmente de la observación. Ninguno de los presentes atropelló, chocó, ni si quiera rozó con otro patineto; el orden de deslizamiento se fija mediante la mirada y uno que otro chiflido. Es un orden que ha quedado en convención más que escrito o en ley.

El muralismo moderno se apreciaba en una de las bardas que componen una rampa. El mejor conocido como graffiti no acapara la atención, lo único que puede distraerlos es una chica patinando o los sonidos exagerados de los autos. “A veces sí es mucho el ruido de los autos, pero cuando estas deslizándote a una velocidad aproximada de 60km/h, en una inclinación de 255 grados en lo único que puedes pensar es en saltar, hacer el truco mejor que la última vez. Y seguir y seguir, pues se vuelve una adicción” exclamó Emiliano Aripani, una vez que aprendes el “olie”-agregó- quieres más.

El deporte extremo implica peligrosidad en la ejecución, esto en conjunción con la urbe hacen de el patinaje un deporte urbano. “si quieres hacer un truco no debes soltar la patineta ni un segundo” explicó Axel, quien desde que tiene memoria tomó una patineta. En el Parque Skate se observa la ejecución de un mismo truco más de 10 veces seguidas, todas ellas persistentes hasta que el truco se dé por si solo. La reincidencia se observa junto a las muletillas de los conductores  frustrados por el encierro. La autonomía se aprecia en cada uno de sus rincones. “Aprendí sólo, montado en ella (patineta) aventándome desde las escaleras y por sus tubos, cruzando cualquier obstáculo que se encontraba en el camino a la escuela” exaltó Aripani remarcando que la calle te enseña.

De pronto un viento enérgico se deja entrever, dos personas: un hombre y una mujer postrados en las escaleras principales del perímetro, observando fijamente el espacio, frunciendo el entrecejo, haciendo muecas como si se tratara de un chile extremadamente picante. Su mirada deforme dejaba ver disgusto y ansiedad.  Hubo un momento de sigilo entre los presentes. Sosegados y con las patinetas en la mano, las bicicletas en la entrepierna, se miraban unos a otros para ver si algo fuera de lo común estaba ocurriendo. Por más que mis ojos buscaban algún alboroto, se encontraron con saltos extravagantes y piruetas en el aire. Las circunstancias eran las mismas. “Las personas me ven feo, de cabeza a pies y parpadean  extrañados” confirmó Emiliano Aripani con el ceño fruncido, buscando un por qué a ello. “Nos ven patinando en la calle y nos gritan, nos desprecian no conocen lo que hacemos”.

Nuri González afirma que éste parque de acrobacias no ha “molestado de ninguna manera a los vecinos” solo las personas piensan en deportes extremos y peligro, y que acuden  chicos que no tienen nada que hacer de su vida más que “perder su tiempo debajo de un puente”. Aripani se dedica diario después del trabajo a patinar, afirma que no es una perdida de tiempo, pues además de que ya está patrocinado, está en forma y bien de salud.

El ingeniero Juan Elías Vera, subdirector de control y gestión de obras, dijo que fue posible la construcción de este parque ya que el GDF “se ha dedicado al rescate de espacios públicos, parques, jardines y el proceso de remodelación de áreas cercanas al circuito interior” El gobierno, según la página de Internet transparencia2008.de.gob.mx habla de que se contrató a la empresa CONSTRUCTORA E INMOBILIARIA JAARA, S.A. DE C.V. para construir este parque de patinaje acrobático, y se habla del presupuesto entregado fue de $1.987.293,43.

“La intención fundamental es darles una imagen urbana diferente, hacer de estos sitios un lugar más vistoso” afirmó Elías Vera. La diseñadora Denisse Perez, actualmente estudiando el diseño urbano, explicó que a México le falta mejorar en este aspecto pues “no hay zonas en el D.F. que consideren realmente al diseño urbano como su base, es hasta hace muy poco que las autoridades se dieron cuenta que resultaba funcional construir un algo debajo de un puente”. A pesar de ello Denisse reafirmó la necesidad de una ciudad basada en lo físico-estético-funcional.

El parque no cuenta con vigilancia, más que las patrullas que hacen su ronda a los diversos horarios establecidos. En los alrededores no se observa ningún tipo de servicio médico o ambulancias en caso de algún accidente. Aripani afirmó que no ha pasado un accidente en grado alto, “sólo un par de caídas en el aire” Elías Vera afirmó que “es obligatorio por parte de la delegación Cuauhtémoc dar mantenimiento a los parque y jardines”; sin embargo Emiliano Aripani declaró que no se le ha dado mantenimiento desde el primer momento en que puso el pie dentro de los desniveles, además de que el lugar se encuentra lleno de basura.

Aripani enjendra entre patinetos y bicicletas, Ollie, flip, kickflip, 180º, 360º, shove it, bigspin, heel flip, wallride, grind; sólo algunos ejemplos, que con ardid, ejecuta Emiliano Aripani. Todos estos trucos los ha aprendido a lo largo de su trayectoria como patineto, los cuales ha podido perfeccionar gracias al Parque Skate, pues antes de que existiera “usaba cualquier spot de la calle que simulara las rampas”, el parque ha horadado los tradicionales parques recreativos, abre las oportunidades de hacer deporte, practicar arduamente y abrir una puerta al patrocinio.